martes, 6 de diciembre de 2011

¿Dónde se ha ido el euro?

Tres amigos estaban tomando algo juntos en una cafetería. Cada uno pone 10 euros para formar un fondo común con el que pagar la cuenta, teniendo entonces en total 30 euros.
Al traer la cuenta el camarero, ven que esta asciende a 25 euros, por lo que el camarero les da 5 euros de vuelta. Como 5 no es dividible entre 3, deciden quedarse 1 euro cada uno y darle al camarero los 2 euros sobrantes de propina.

Al cabo de un rato, uno de ellos echa cuentas y afirma alarmado a los demás que han perdido un euro. Les explica a sus amigos que si cada uno puso 10 euros y después cada uno tomó 1 euro de la vuelta, es lo mismo que si cada uno hubiera puesto 9 euros inicialmente, haciendo un total de 27 euros. Pero si a esta cantidad se le añade la propina del camarero, se obtienen 29 euros y no los 30 que en realidad pusieron al principio.
¿Qué ocurr? ¿Dónde se ha ido el euro que falta?

La paradoja del Quijote

Siendo Sancho Panza gobernador en la ínsula de Barataria, se le plantó un dilema de difícil solución. A la entrada de la isla, había un puente con un letrero que decía:
 "Si alguno pasare por esta puente de una parte a otra, ha de jurar primero a dónde va y a qué va; y si jurare la verdad, déjenle pasar, y si dijere mentira, muera por ello ahorcado en la horca que allí se muestra, sin remisión alguna"
Un viajante, ál ser preguntado por sus intenciones en Barataria, afirmó que se disponía a ser ahorcado en la horca a la que aludía el cartel. ¿Qué han de hacer los guadias ahora con este viajante? Si no le ahorcan, la afirmación habría sido una mentira, por lo que deberían ahoracarle, pero si le ahorcan, la frase del viajante sería verdadera, por lo cual, deberían dejarle libre.

Los guardias, sin saber qué hacer, plantearon el problema al gobernador Sancho, que se acordó del consejo de don Quijote de ser clemente cuando haya duda, por lo que dejó con vida al viajante aún entrando en contradicción con la afirmación del mismo.

Reparto de camellos

Una leyenda árabe muy antigua nos cuenta cómo un padre dejó sus camellos en herencia a sus tres hijos, de forma que la mitad le corespondiera al mayor, la tercera parte al mediano, y la novena parte sería para el menor.
El problema se lo encontraron los tres hermanos cuando se direno cuenta de que el rebaño de su padre constaba de 17 camellos, y que esta cantidad no era divisible ni por 2, ni por 3, ni por 9.
Un sabio que se enteró del problema, les ofreció una solución. Les prestaría su propio camello, teniendo entonces un total de 18. De esta forma, podrían hacer el reparto:
  • La mitad para el primero. 18 : 2 = 9 camellos
  • La tercera parte para el mediano. 18 : 3 = 6 camellos
  •  La novena parte para el pequeño. 18 : 9 = 2 camellos
Para finalizar, como 9 + 6 + 2 = 17, aún sobraba un camello, que se le devolvieron a su legítimo dueño: el sabio.

¿Es este reparto de la forma que había ordenado el padre en su herencia?

Las tres hijas

Un día, charlando con un desconocido, le pregunté por las edades de sus tres hijas, y él me contestó que el producto de las tres edades es 36, y que la suma es el número de portal donde vive. Con sólo estos datos no fui capaz de conocer las edades de sus tres hijas, ¡ni siquiera sabía el número de dicho portal!. Le pedí más datos al desconocido, que me contestó: "Mi hija mayor toca el piano".
Ahora sí. Ya sé qué edad tiene cada una de sus tres hijas. ¿Y tú?

Las tres cajas

Tenemos tres cajas. Una de ellas contiene dos bolas blancas, otra contiene dos bolas rojas, y la tercera, una bloa blanca y una roja. Tienen tres rótulos:
  • Esta caja contiene dos bloas blancas.
  • Esta caja contiene dos bolas rojas.
  • Esta caja contiene una bola roja y una bola blanca.
Sabemos que los rótulos están descolocados, de forma que en los tres casos, la afirmación del rótulo es falsa respecto al contenido real de la caja.
Un persona elige una caja, y de ella extrae una bola al azar. Observando el color de la bola extraída, esta persona fue capaz de averiguar el contenido real de cada caja. ¿Cómo lo hizo?

Dos ciclistas y una mosca

Dos ciclistas situados a 60 Km. de distancia entre sí corren en línea recta al encuentro mutuo, ambos a una velocidad de 30 Km/h. Ambos parten a la vez y en el momento de partir, una mosca sale de la frente del primer ciclista a una velocidad de 45 Km/h. Al llegar a la frente del segundo ciclista, vuelve a la misma velocidad hasta que al tocar la frente del primer ciclista vuelve al encuentro del segundo y así sucesivamente hasta que ambos ciclistas la aplastan al chocar sus frentes. ¿Cuál será la distancia recorrida por el infortunado insecto?
Licencia Creative Commons
Matemáticas recreativas por Miguel Ángel Ingelmo se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.